miércoles, 17 de julio de 2013

De vuelta en vuelta.

Una razón para que un escritor deje sus obras a un lado, no significa porque se haya ido el odio, resentimiento, recuerdos o sentimientos varios.

Habemos algunos, que solo esperamos el momento indicado para liberar las palabras que lograran un verdadero significado en lo que deseamos transmitir. En esos momentos, siguen estando a la par los mismos sentimientos y emociones que gobiernan nuestra mente.

Muchos de nosotros hemos aprendido a esperar, ya que hemos visto como muchas palabras se pierden en un vacío intangible, y como muchas otras han llegado dando gran significado a lo que las memorias se alimentan, a lo que los recuerdos dan sentido al pasado que se escapa de las manos tras inseguridades, y al final, mueren en un olvido que todos queremos bloquear. Por ello, algunos solo esperamos un momento especial, un momento, que cuando las palabras son libradas, causan un efecto mariposa tan grande como un huracán, desde la pequeñez de un lápiz.

Hoy, no estoy escribiendo como un domador, solo lo hago con el corazón en la boca, indicándole a mi mano que escribir. Indicando cuales son las razones de tanto silencio, las razones por la cual, se han dejado pasar muchas ocasiones que tal vez pudieron ser oportunas, pero a su mismo nivel, pudieron ser olvidadas.

El escritor vive de su pasado y de su futuro. Mas que todo de su laberinto, formado por un diccionario desordenado de letras, que a medida de que nuestra mente va caminando a través de las paredes, va tomando solo las letras necesarias, para expresar su cubo de rubik, que alguien tal vez, en un momento determinado podrá resolver. Por ello, si un pasado cercano, empieza a desmoronarse en sus propias manos, solo seguirá caminando, con la frente en alto, sin mirar atrás, y decidirá que camino se presta para que sus tobillos no sientan el vacío inminente, y su alma, se aferrara al cielo, así como a su amor deseado. Y luchara hasta la muerte, para no caer en su propio olvido.

No escribo este texto buscando comprensión, solo expreso un punto de vista que hará que muchos se sientan identificados, y otros, simplemente sentirán repulsión para con estas palabras.

No queda mas nada que expresar de momento. Nada que sea de dominio publico. Lo único que se debe gritar a los cuatro vientos y en los siete mares: Réquiem. Por las variables, y por la mente que se siente en la obligación de prostitución.



"La duda, esa vaga nubecilla que, a veces, habita los cerebros, también puede entenderse como un regalo. Y no es -lo que queda dicho- una aseveración, ya que, sobre ella, tengo también mis dudas." .-Camilo José Cela (1916-2002) Escritor español.

1 comentario:

  1. Sublime! Es tan tantas personas, tantos escritores y los que creemos que estamos en la línea misma de creer ser. Y el golpe final de grito "Requiem"... Usted es de esos que va justo a las palabras, a los momentos y sin vueltas.

    Con respeto y admiración a sus palabras

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